MLB: ¿un juego de niños?
Por Julio Batista
Los talentos jóvenes firman sus contratos cada vez con menos edad
Foto: Julio Batista

¿Cuál es la edad ideal para llegar a las Grandes Ligas de Béisbol? ¿En qué momento de su vida un jugador está listo, física y mentalmente, para enfrentar el reto de jugar en el máximo escalón de este deporte? Esas son preguntas que han martirizado a los managers por casi un siglo.

Para muchos cubanos las Major League Baseball (MLB) no ha sido cuestión de esperar la edad exacta, sino de oportunidad. Y claro, de talento.

En lo que va del presente siglo han debutado en la MLB un total de 58 peloteros nacidos en Cuba. Buena parte de ellos, la mayoría, tuvieron actuaciones en la Series Nacionales antes de marchar a las mayores, algunos con apariciones más efímeras que otros. Los menos desarrollaron toda su carrera en los Estados Unidos de Norteamérica.

Durante esas 16 temporadas la edad promedio de los cubanos debutantes ha sido cercana a los 26 años y solo en 2000 y 2004 ningún cubano inició su andar en la MLB. En ese tiempo, los más jóvenes en pisar por primera vez un estadio en las Mayores fueron José Fernández (20), Yoan Moncada (21), José Iglesias (21), Dayan Viciedo (21), Jorge Soler (22), Yasiel Puig (22), Aroldis Chapman (22) y Kendrys Morales (22).

Sin embargo, ninguno de ellos posee el récord absoluto en cuanto a juventud. Tal honor lo posee, desde hace más de un siglo, Merito Acosta, quien el 15 de junio de 1913 saltó a los diamantes de la Gran Carpa con 16 años y 27 días de edad. Acosta tendría actuación por cinco años, durante los cuales participaría en 180 juegos, batearía para .255 de average y conectaría 111 indiscutibles.

La otra cara de la moneda, el abuelo de los debutantes, es un ícono. Cuatro días antes de cumplir 39 años y ya con una carrera profesional en la liga cubana, Conrado “Connie” Marrero, pisó por primera vez la grama de la MLB. Era el 21 de abril de 1950, el primer día de las cinco temporadas que Connie lanzó. Durante su paso por la MLB acumuló 39 triunfos y 40 reveses, participó en 118 duelos y completó 51, propinó siete lechadas, recetó 297 ponches y fue seleccionado en una ocasión al Juego de las Estrellas.

Edades de debut de los cubanos en Grandes Ligas, desde 1911 hasta 2016
* En los años que no aparecen puntos no debutaron cubanos

En la temporada de 2016 recién concluida, seis cubanos aparecieron por primera vez en juegos oficiales de la MLB. El más joven fue el cienfueguero Yoan Moncada, quien con 21 años y 97 días vistió la franela de los Medias Rojas de Boston el 2 de septiembre. El mayor, todo un símbolo del deporte antillano en la última década: Yulieski Gurriel, luciendo el uniforme de los Astros de Houston el 21 de agosto, a los 32 años y 73 días de nacido.

La edad de debut en las Mayores es regulada por el empleo del Draft, sistema implementado desde 1965 por la organización para la selección del nuevo talento que ingresa cada año a las filas ligamayoristas. Aplicable a los jugadores provenientes de Estados Unidos y Canadá, asegura una edad mínima y salarios igualitarios para los novatos, con lo que se evita que un mismo equipo acapare los mejores talentos jóvenes con grandes contratos.

Por años, a los cubanos fue imposible aplicarles las regulaciones del Draft, convirtiéndolos en Agentes Libres en cuanto llegaran a la MLB. Sin embargo, actualmente las reglas del juego son otras. A los nacidos en Cuba que llegan directamente a los Estados Unidos se les solicita una edad mínima de 23 años y participación en al menos cinco Series Nacionales para ser elegibles como Agentes Libres en la MLB. De lo contrario, deberían incorporarse al sistema del Draft.

Esta variante no conviene a jugadores antillanos, quienes aspiran a conseguir mejores contratos como Agentes Libres. Por ello, buen parte de nuestros peloteros más jóvenes, y que no cumplen con las exigencias de la MLB, prefieren establecer residencia en un tercer país para evitar cualquiera de las dos variantes. En la práctica, el intento de normar la entrada de los cubanos ha favorecido la migración ilegal y el tráfico de personas.

Los casos más llamativos, por dramáticos, han sido los de Yasiel Puig y Yoennis Céspedes. Pero otros menos escandalosos como los del jardinero Jorge Soler y Adrián Morejón dejan claro que los scouts no solo buscan super estrellas consagradas en las Series Nacionales cubanas: les basta con detectar el talento.

Soler, con un físico impresionante y nacido en 1992, salió ilegalmente de Cuba en 2011 y estableció residencia en Haití. El 2 de junio de 2012 fue desbloqueado por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), convirtiéndose en Agente Libre. Nueve días después se anunciaba su contrato con los Chicago Cubs: 30 millones de dólares por nueve años de servicio, una cifra que se revela hoy como una bicoca, apenas un bocado de lo que realmente vale este joven de 24 años.

Jorge Soler logró este año su primer anillo de Serie Mundial
Foto: grizlr.com

Morejón, un zurdo de 17 años, firmó en julio de este año un acuerdo con los Padres de San Diego por 11 millones de dólares. Valorado como el número 2 en la Lista de los Mejores 30 prospectos Internacionales de la MLB, el muchacho había derrochado talento en Mundial Sub-15 celebrado en México en 2014, donde deslumbró por su poderío al bate, fuertes lanzamientos y versatilidad para jugar en numerosas posiciones. En México se consagraría como el jugador más valioso del torneo y se pondría en la mira de los scouts. Al año siguiente saldría de Cuba con su familia.

A Morejón seguramente le espera algún tiempo en las Ligas Menores, puliendo el talento que le sobra, pero si no sucede ningún imprevisto —ojalá que no—, los Padres de San Diego habrán sumado un jugador estrella a su nómina.

Los ejemplos de Soler y Morejón sirven para entender que hoy las edades del debut son apenas un indicador. La verdadera referencia sería, en realidad, el momento en que los jugadores firman su contrato. Esta estadística podría revelar mejor la tendencia de llegada de los cubanos a las organizaciones profesionales.

Para tener un ejemplo basta con repasar, en el último lustro, las firmas de los talentos jóvenes más prometedores: Yasiel Puig, 21 años; Jorge Soler, 20; Yoan Moncada, 19; Adrián Morejón, 17.

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